Durmiendo en un Ryokan...

Segumos Ise Jingu. Esta vez alojados en un Ryokan (típico hotel de estilo japonés) que se llama “Saiou no Miya". Unas impresionantes instalaciones, construidas hace a penas dos años, con un servicio inmejorable.



Una joven vestida en hakama - un kimono típico del shintoismo - nos recibe y nos ofrece una taza de Matcha acompañada de un dulce. Mientras hacemos el check-in, ella nos va explicando todo sobre el hotel y sobre nuestra estancia, sentada sobre sus rodillas y manteniendo la posición de la cabeza siempre más baja que la nuestra, signos indiscutibles de buena educación y cortesía para los japoneses.



Luego nos acompaña a la habitación, donde nos ofrece otro té, esta vez Sencha caliente. Lo tomamos sentados sobre el suelo de tatami. La habitación es muy amplia y agradable. A la hora de dormir, las “camas” se colocan sobre el tatami. Son futones blancos, tan blandos y suaves que parecen nubes, todo huele a nuevo.



Cada habitación dispone de un baño termal al aire libre con todos los detalles listos para disfrutar como si de una película de antiguos emperadores se tratara. Increíble la gran variedad y calidad de los amenities que nos ofrecen. Después del baño, y antes de la cena, nos han ofrecido el tercer té de cortesía, en esta ocasión Hojicha - té verde tostado sin teína - seguramente pensando en que no tengamos problemas para dormir…



La cena ha sido realmente espectacular. Mirando al jardín y mientras el sol caía. Hemos comido Kaiseki Ryori, más de 10 platos variados. Todo buenísimo, cada plato mejor que el anterior, un auténtico y bello espectáculo de sabor y color.
La especialidad de Ise es la langosta. También el tempura de verduras y pescado con sal con flores de cerezo y sal con Matcha. Impresionante el sabor del tempura. El chef del restaurante nos ha saludado al final de la cena y al salir del restaurante nos han regalado una cajita que decía O yashoku de gozaimsu y que quiere decir “sushi para la noche". A esas alturas de la noche estábamos realmente llenos y no podíamos pensar en comer más, pero nos ha sorprendido mucho el servicio tan atento del hotel, pensando en todo, hasta en si a sus clientes les da hambre a media noche. Sin duda han superado nuestras expectativas y hemos quedado impresionadas.



Japón es mundialmente conocido por su hospitalidad y buen servicio. Cuando éste es realmente excelente y llega al corazón, será realmente inolvidable para el cliente. Nunca olvidaremos este fantástico hotelito de Ise.

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